Norse Mythology

En Norse Mythology, Neil Gaiman se mantiene fiel a los mitos al imaginar el principal panteón nórdico: Odin, el más alto de los altos, sabio, atrevido y astuto; Thor, el hijo de Odin, increíblemente fuerte pero no el más sabio de los dioses; y Loki, hijo de un gigante, hermano de sangre de Odin y un embaucador y un manipulador insuperable.

Gaiman modela estas historias primitivas en un arco novelístico que comienza con la génesis de los nueve mundos legendarios y profundiza en las hazañas de deidades, enanos y gigantes. Cuando el martillo de Thor es robado, Thor debe disfrazarse de mujer, difícil con su barba y su enorme apetito, para recuperarlo. Más conmovedor es el cuento en el que la sangre de Kvasir, el más sagaz de los dioses, se convierte en un hidromiel que infunde poesía a los bebedores. El trabajo culmina en Ragnarok, el crepúsculo de los dioses y el renacimiento de un nuevo tiempo y gente.

A través de la prosa hábil e ingeniosa de Gaiman emergen estos dioses con su naturaleza ferozmente competitiva, su susceptibilidad a ser engañados y a engañar a otros, y su tendencia a dejar que la pasión encienda sus acciones, haciendo que estos mitos lejanos vuelvan a respirar vida picante.