Un escenario semejante es ideal para la admirable imaginería de Quique Alcatena, bien conocida por sus lectores y valorada por una característica fundamental: en cada nueva obra, nos vuelve a sorprender.

La narrativa de Néstor Barron acentúa aquí su traza poética, que resalta lo simbólico de esa búsqueda esencial de Alma para construir una alegoría que la trasciende, llevándola como personaje a reflejarse en el espejo universal de lo humano.

Barron y Alcatena se encuentran aquí por primera vez para brindarnos esta aventura entrañable, oníricamente realista y seguramente inolvidable.